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La alta madurez de CMMI(Capability Maturity Model Integration) se caracteriza por la implementación y control de métricas de proceso y de producto utilizando técnicas estadísticas. Esto permite que las organizaciones enfoquen la mejora continua de sus procesos, con el objetivo de incrementar la calidad y el rendimiento de sus productos y/o servicios.
Los elementos se basan en un sistema de medición que permite a la organización alinear sus objetivos de negocio con los resultados de los procesos. Sin un sistema de medición estable, predecible y alineado, será difícil que una organización alcance y mantenga la madurez requerida para ser una organización CMMI nivel 5.
● Alineación clara con los objetivos de negocio de la organización. Para ello, se pueden utilizar técnicas como Balanced Scorecard (BSC), OKR (Objectives and Key Results) o Gold Question Indicator Metric (GQIM).
● Identificación de los procesos, productos y/o servicios críticos para el negocio.
● Revisión y validación de las definiciones del sistema de medición con el fin de asegurar la realidad de los proyectos y/o servicios actuales.
● Verificación del historial de medición y evaluación de las posibles oportunidades de mejora al desempeño.
● Aprovechar al máximo la historia del sistema de medición. Cuantos más cambios sufra el sistema de medición, más tiempo tomará estabilizarlo.
● Enfocarse en mejoras cuantitativas incrementales.
● Buscar siempre el apoyo, compromiso y aprobación del equipo directivo, especialmente del patrocinador y promotor del programa de mejora, cuya participación es fundamental para el éxito del proyecto.
● Contar con el apoyo de personal especializado en consultoría de temas estadísticos y niveles altos de madurez de CMMI, lo que agilizará los tiempos de implementación.
La alta madurez en CMMI es crucial para mejorar la calidad y el rendimiento mediante métricas y técnicas estadísticas. Un sistema de medición robusto y alineado con los objetivos de negocio, apoyado por BSC, OKR y GQIM, es fundamental para alcanzar el nivel 5 de CMMI. La estabilidad del sistema, las mejoras cuantitativas y el compromiso directivo son clave para mantener las buenas prácticas del modelo.
